Éxodos - Deuda de Vida - Rafael Rondón
Cuando te olvidas de lo que Dios ha hecho por ti, te olvidas de lo que le debes: tu propia vida. Dios nos redimió con brazo fuerte y a un alto costo, entregando a su propio hijo primogénito para ser el cordero que nos redimiera. Debemos atesorar el precio que Él pagó y vivir para Su gloria (vidas sin levadura).
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