Éxodos - Los peores momentos son los mejores - Rafael Rondón
Luchamos para confiar en la provisión y protección de Dios y tratamos de pelear nuestras propias batallas. Mientras hagamos esto, no veremos el poder y la gloria de Dios en nuestras circunstancias. A menudo Dios nos pone entre la espada y la pared para que dejemos de intentar salvarnos a nosotros mismos. El evangelio demuestra que Dios puede hacer por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos. Debemos aprender a estar quietos y dejar que Dios pelee las batallas que nosotros no podemos. Cuando lo hagamos, veremos Su salvación una y otra vez.
Acompáñanos en la continuación de nuestra serie de mensajes "Éxodo".