Sermón del Monte - Que Tu Sí Sea Sí - Rafael Rondón
Nuestro carácter es imperfecto por naturaleza. Por eso tendemos a tomar atajos en las relaciones y a utilizarlas para satisfacer nuestros propios deseos. El Evangelio nos enseña a relacionarnos con los demás para bendecirlos y no para perjudicarlos. Esto sólo es posible cuando Jesús transforma nuestro carácter para que refleje el suyo. Su carácter nos permite vivir una vida bendecida.