Éxodo - El Día de Reposo - Rafael Rondón
Encontramos tanta identidad en nuestro trabajo, tanto en el físico como en el espiritual, que dependemos de él para sentirnos dignos, en lugar de depender de la obra realizada por Cristo. Por eso, demasiados de nosotros vivimos como esclavos del trabajo, aunque ese trabajo sea espiritual. Somos hechos santos por la obra santificadora de Cristo en la cruz, no por nuestro trabajo para la aprobación de Dios o la aprobación del hombre. Nuestra capacidad de descansar demuestra que confiamos en la obra de Dios y no en la nuestra.