Éxodo - El Impuesto del Censo y El Lavamanos de Bronce - Yojan Herrera
Pensamos que podemos salvarnos a nosotros mismos porque olvidamos que hay que pagar un alto precio por nuestra salvación. Jesús pagó el precio de nuestra salvación de una vez por todas. Para recordar esto necesitamos renovar constantemente nuestras mentes a través de la obra limpiadora del Espíritu Santo santificando nuestras vidas.